Cuando se consigue plasmar una expresión concreta en el rostro de tú personaje, el dibujo cobra más vida.
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.Las emociones se traducen desde el corazón al rostro a través de los músculos faciales, que cambian de posición, dando a la cara una expresión u otra.
Sonriente: cuando estamos contentos, el músculo externo facial se relaja y los ojos, las cejas y la boca se dibujan con lineas curvas.
Risueña: en función del grado de la risa, los ojos se estrechan.
Carcajadas: cuanto mas sea grande la carcajada, más se refleja el sentimiento. La boca se agranda y se oye la risa más fuerte.
Disgustada: cuando nos enfadamos, los músculos se agolpan en el centro.
Enfadado: en función del grado de enfado, aparecen arrugas en el centro de la cara.
Muy Enfadado: para dibujar una excreción de enfado violenta hay que subir los extremos de los ojos.
Triste: la excreción de tristeza hace que las cejas se desplacen hacia tras.
Llorando: los musculos de las cejas tiran de los parpados.
Desconsolada: cuando llora desconsoladamente, los ojos pueden abrirse pero depende de la fuerza que se le quiera dar a la expresión.
Pensativa: si miramos a alguien que esta pensando, veremos que su mirada esta extraviada.
Incómoda: similar a la de tristeza.
Sorprendida: con la sorpresa, los ojos se agrandan. Un truco muy efectivo es dibujar gotas de sudor.
Asustada: cuando estamos asustado, el rostro se queda pálido o tenso.
Aliviada: el punto clave es la forma de los ojos.
Llorando de alegría: es igual que un rostro llorando pero con una sonrisa.
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